29 agosto 2007

HE APRENDIDO


He aprendido que los héroes son personas que hacen lo que se tiene que hacer cuando debe ser hecho, sin importar las consecuencias.


He aprendido que aprender a perdonar requiere práctica.


He aprendido que hay gente que te quiere mucho pero que no sabe como demostrártelo.


He aprendido el dinero es un pésimo indicador de valor de algo, y mucho peor de alguien.


He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer de todo o nada y pasarlo bien.


He aprendido que a veces la gente que esperabas que te pisara cuando estabas caído es la que te ayuda a levantarte.


He aprendido que una amistad verdadera continua creciendo aún en medio de una gran distancia. Igual sucede con el amor verdadero.


He aprendido que tan sólo porque alguien no te ama de la manera que quieres que te ame, no significa que no te ame con todo lo que tiene.


He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas y menos que ver con los cumpleaños que has celebrado.


He aprendido que no debemos cambiar de amigos si entendemos que los amigos cambian.


He aprendido que tu familia no siempre estará ahí para ti. Parecerá extraño. pero gente que no está vinculada a ti puede cuidarte y amarte y enseñarte a confiar en las personas otra vez. Las familias no son biológicas.

He aprendido que sin importar lo bueno que sea un amigo, puede herirte de vez en cuando y debes perdonarlo por eso.


He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros. A veces debes aprender a perdonarte a ti mismo.

He aprendido que no importa que tu corazón esté roto, el mundo no se detiene por tu dolor.


He aprendido que nuestro pasado y circunstancias pueden haber influido en quienes somos pero somos responsables de quien seremos.


He aprendido que sólo porque dos personas discutan no significa que no se amen y tan sólo porque no discutan no significa que lo hagan.

Un cuento de hadas







Había una vez una pareja que llevaba 25 años casada y ella celebraba su 60 cumpleaños.
Durante la celebración, se apareció una hada y les dijo que como premio por haber sido una pareja ejemplar durante 25 años les concedía un deseo a cada uno.
La mujer pidió hacer un viaje alrededor del mundo.
El hada movió su varita y zas...
Aparecieron los billetes en las manos de ella.
A continuación fue el turno del marido. Se lo pensó un momento y dijo, "Bueno, me gustaría tener una mujer 30 años más joven que yo."
El hada hizo un circulo con su varita y zas ...
El marido tenía ahora 90 años...
Desconfíen de las Hadas. Las muy hijas de puta, al fin y al cabo, son mujeres ....




Jugar al escondite


Cuentan que una vez se reunieron en algún lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los seres humanos. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura como siempre tan loca les propuso:

...vamos a jugar a las escondidas?

La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse le preguntó:

-A las escondidas..??? y... Cómo es eso??....

-Es un juego, explicó la Locura, en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón... y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.

El Entusiasmo bailó entusiasmado secundado por la Euforia.

La Alegría dio tantos saltos que terminó convenciendo a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba hacer nada.

Pero no todos querían participar.

La Verdad prefirió no esconderse... para qué...??...si al final siempre la hallaban.

Y la Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en realidad lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella)... y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

Uno, dos tres... comenzó a contar la Locura.

La primera en esconderse fue la Pereza, como siempre tan perezosa se dejó caer tras la primera piedra del camino.

La Fé subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzó a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos... ....que si un lago cristalino... para la Belleza ....que si una hendida en un árbol...perfecto para la Timidez ....que si el vuelo de una mariposa... lo mejor para la Voluptuosidad....que si una ráfaga de viento... magnífico para la Libertad. Así terminó por acurrucarse en un rayito de sol.

El Egoísmo, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio: aireado, cómodo... pero sólo para él.

La Mentira se escondió en el fondo de los océanos...(mentira, se escondió detrás del arco iris).

La Pasión y el Deseo en el centro de los volcanes.

El Olvido... se me olvidó dónde se escondióel Olvido, pero eso no es lo más importante.

La Locura contaba ya novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve...y el Amor no había aún encontrado sitio para esconderse entre sus flores.

Un millón contó la Locura y comenzó a buscar.

La primera en encontrar fue la Pereza... a sólo tres pasos detrás de unas piedras. Después se escuchó la Fé discutiendo con Dios sobre Teología y a la Pasión y el Deseo los sintió vibrar en los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y claro, pudo deducir dónde estaba el Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solo salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, y con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún dónde esconderse.

Así fue encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca... A la Angustia en una oscura cueva... A la Mentira, detrás del arco iris, (mentira... en el fondo del mar). Hasta el Olvido... ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Pero... sólo el Amor... no aparecía por ningún sitio.

La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y pensó: '...el Amor siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas...

Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas...cuando de pronto un doloroso grito se escuchó... Las espinas habían herido los ojos del Amor, la Locura no sabía qué hacer para disculparse:....lloró... rogó... pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó en la Tierra a las escondidas, el Amor es ciego... y la Locura siempre lo acompaña.


Mario Benedetti.