27 junio 2008

Unos chistecillos (hace tiempo que no pongo ninguno)

Restaurante de lujo:
- ¿Que tomarán los señores....?
- A mi me pone una langosta Thermidor y un champán Möet.
- ¡Excelente decisión!
- ¿Y a su esposo....?
- Póngale un fax y dígale que me lo estoy pasando de puta madre con este señor...

Un tío esta haciendo un crucigrama.
- Oye, a ver si tu sabes esta: 'Órgano sexual femenino', con cuatro letras, y la segunda es una 'o'. - ¿Horizontal o vertical?
- Horizontal.
- ¡Ah!, pues entonces: 'boca'.

Una pareja que en la misma noche en que se conocen acaban en la cama. Al acabar la sesión de sexo, la chica dice:
- Oye, tú ¿no tendrás el SIDA, verdad?
- ¡No!
- Menos mal, ya sería mala suerte cogerlo dos veces en la misma semana...

Dos amigos que se encuentran...
- Hombre Luis, ¿qué es de tu vida?
- Pues mira, me he colocado de funcionario.
- ¡Que bien!, así, por las tardes, no trabajas.
- No. Por las tardes no voy. Cuando no trabajo es por las mañanas.

En una prueba de alcoholemia el Guardia Civil le dice al conductor:
- Mire... ¿No le da vergüenza? (Enseñándole el alcoholímetro que marcaba 3,45)
- ¡Joder! ¡Las cuatro menos cuarto! ¡Mi mujer me mata!

- Nieto, nieto... ¿Cómo se llama el hijo puta alemán que me esconde las cosas?
- Alzehimer, abuelo, Alzehimer.

Están un niño y una niña jugando. El niño le pregunta a la niña:
- ¿Sabes cómo se hacen los niños?
- No, no lo sé...
- Pues mira, el papá pone la semillita en la vagina de la mamá...
- ¿Y luego?
- Luego la empuja con la polla.

Está una pareja haciendo el amor y dice ella:
- Pepe... ¡Eres un monstruo!
- ¡Tú si que eres fea!

En un casting para un programa de televisión se pide a los participantes que den el nombre, los apellidos y una característica que les haga especiales.
Llega el primero: 'Pepe Romerales. 100 m lisos en 10 segundos'.
El siguiente: 'Manuel Vargas. Bailarín profesional'.
Llega otro y dice: 'José Unamuno. Una polla de 38 cm'.
La que estaba apuntando le mira con los ojos desorbitados y le pregunta:
- ¿¿¿Una qué??? - Unamuno, joder, ¡como el escritor!

The Secret


El alma atrae aquello que secretamente alberga; aquello que ama, y también aquello que teme; alcanza la cúspide de sus más preciadas aspiraciones, cae al nivel de sus más impuros deseos; y las circunstancias son los medios por los que el alma recibe lo que es suyo.
Los hombres no atraen aquello que quieren, sino aquello que son. Sus antojos, caprichos, y ambiciones se frustran a cada paso, pero sus más íntimos pensamientos y deseos se alimentan de sí mismos, sean estos sucios o limpios. La «divinidad que nos da forma» está dentro de nosotros mismos; somos Nosotros Mismos. El hombre está maniatado sólo por sí mismo. El pensamiento y la acción son los carceleros del destino, ellos nos apresan, si son bajos; ellos son también ángeles de Libertad, nos liberan, si son nobles.
El hombre tarde o temprano ser da cuenta que él es el labrador de su propia alma, el responsable de su vida. También descubre interiormente las leyes del pensamiento y comprende, cada vez con mayor exactitud, que las fuerzas del pensamiento intervienen en la edificación de su carácter, circunstancias y destino. El hecho de que el pensamiento crea circunstancias, es sabido por todo hombre que durante un periodo de tiempo ha practicado el control de sí mismo.

Un hombre no puede escoger directamente sus circunstancias, pero puede escoger sus pensamientos, y de ese modo, indirectamente, pero con certeza, dar forma a sus circunstancias.

El hombre es abofeteado por las circunstancias mientras se piense a sí mismo como un ser creado por las condiciones exteriores, pero cuando se da cuenta de que es un poder creativo, y que puede manejar las tierras y semillas de su ser de las que las circunstancias nacen, se convierte en el dueño y señor de sí mismo.

El hombre es la causa, aunque casi siempre sin ser consciente, de sus circunstancias, y que, mientras aspira un buen fin, continuamente frustra su cometido al estimular pensamientos y deseos que no armonizan con ese fin.

El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser. El único y supremo uso del sufrimiento es la purificación, quemar todo aquello que es inútil e impuro. El sufrimiento cesa para quien es puro. No hay sentido en quemar el oro después que la escoria se ha retirado, y un ser perfectamente puro e iluminado no puede sufrir.

Un hombre sólo empieza a ser hombre cuando deja de lamentarse y maldecir, y comienza a buscar la justicia oculta que gobierna su vida. Y al adaptar su mente a este factor gobernante, cesa de acusar a otros como la causa de su situación, y se forja a sí mismo con pensamientos nobles y fuertes; deja de patalear contra las circunstancias, y empieza a utilizarlas como ayuda para progresar más rápido, y como un medio para descubrir el poder y las posibilidades ocultas dentro de sí.

James Allen


Tu mente es un imán y atraes aquello en lo que piensas. Los mismos principios de magnetismo y atracción que se presentan en el mundo «físico» operan en el plano invisible. Todas las personas con éxito conocen los principios acerca de las leyes de atracción y el milagro de la mente. Las personas infelices no creen que estos principios puedan servirles para beneficio personal. ¡Preferí escuchar a los individuos felices!

No puede decirse que los pensamientos son «nada», porque en realidad los pensamientos son «algo». Para que puedas pensarlo, tiene que existir. ¡Tiene que ser una cosa! Y como es una «cosa» con energía propia, un pensamiento necesariamente tiene que estar sujeto a las leyes y principios como todo lo demás que existe en el planeta.
Si se analiza desde esta perspectiva, resulta más fácil reconocer que la ley de atracción es tan real y poderosa como la gravedad y la electricidad.
El ejercicio del poder mental no es un sustituto de la acción. Más bien, el adecuado uso de la mente te permitirá lograr tus metas mucho más rápido y fácilmente que de otro modo.
Tu mente es un magneto. Piensa en lo que deseas, y lo conseguirás. Imagina que tus pensamientos son nubes invisibles que se levantan para acumular resultados. Disciplinando tus pensamientos determinas los resultados que obtendrás.
Como las cosas que más amamos y las que más tememos tienden a ocupar nuestros pensamientos gran parte del tiempo, atraemos justamente esas cosas. Incluso si pensamos que no queremos que pase equis cosa, gravitaremos justamente hacia eso. Nuestra mente no puede desplazarse en sentido negativo con respecto a las cosas; no puede más que moverse hacia ellas.
Si no paramos de comentar, pensar y leer acerca de «cosas malas», gravitaremos subconscientemente, o aun conscientemente, hacia ellas. La gente exitosa se desplaza hacia el éxito. Los fracasados tratan de escapar del fracaso. El más importante principio mental que puede transformar a los perdedores en triunfadores es «concentrarse en lo que uno quiere».
La mayoría de la gente se tambalea por la vida quejándose de lo que carece y hablando de lo que quiere evitar. Ese es un callejón sin salida. Tenemos que concentrarnos en lo que queremos.
Cuando tememos perder algo, nos colocamos en posición de perderlo. Cuando tememos perder el amor de alguien, de inmediato nos ponemos en peligro de perderlo. Concéntrate en lo que tienes y disfrútalo. No pienses en perder lo que posees.
Enfoca tu atención en lo que deseas. Si dejas que tus temores te obsesionen, éstos te abrumarán. El principio de atraer lo que se teme es hermoso. Implica el reto de enfrentar nuestros miedos y, mediante ello, superarnos. ¿Cómo podemos evolucionar si las cosas que tememos se alejan de nosotros? ¿Cómo desarrollarnos si nunca enfrentamos lo que nos atemoriza?
En cuanto al temor de perder algo, las leyes universales nos instan a mantenernos firmes. Si pensamos que cierta pérdida nos arruinaría la vida, y nos obsesionamos con esta idea, ¡quizá las leyes universales nos demuestren que podemos vivir perfectamente sin aquello que tanto tememos perder!. Debemos disfrutar lo que tenemos y vivir el presente. Temer pérdidas no es vivir en el presente. Temer pérdidas es vivir en el futuro.
Cuando finalmente desarrollamos el valor necesario para enfrentar un problema, con frecuencia, éste desaparece. Naturalmente, las cosas no siempre se presentan de esta manera, y en ocasiones es necesario enfrentar la situación con todas sus consecuencias. ¿Cuántas veces has notado que pensar en alguna actividad es mucho más doloroso que realmente llevarla a cabo?
Andrew Matthews

Nuestras relaciones son espejos de nosotros mismos. Aquello que atraemos es siempre un reflejo, ya sea de nuestras cualidades o de las creencias que profesamos respecto de las relaciones. Las cosas que a usted no le gustan de ciertas personas son las que usted mismo hace o le gustaría hacer, son lo que usted cree. No podría atraer a esas personas ni tenerlas en su vida si, con su manera de ser, no fuera de algún modo el complemento de su propia vida. La única manera de cambiar a los demás es empezar por cambiarnos a nosotros. Cambie usted sus modelos mentales y verá como «ellos» también actúan de otra forma. De nada sirve echar culpas. Con eso sólo dilapidamos nuestro poder. Mantenga su poder, porque sin él, no podrá hacer cambios en su vida. La víctima desvalida no puede ver cómo salir de su situación.
Louise Hay
Nuestros cerebros se magnetizan con los pensamientos dominantes que albergamos en la mente; y por medio de procesos que nadie conoce, estos «magnetos» atraen las fuerzas, personas, y circunstancias que armonizan con dichos pensamientos.

Napoleon Hill


Nuestras ideas que evocan temor atraen problemas con la misma eficacia con que los pensamientos positivos y constructivos atraen resultados positivos. De manera que, sea cual fuere el tipo de pensamiento, éste tiende a propiciar lo que es afín a su propia naturaleza.

Claude Bristol



Los pensamientos y sentimientos tienen su propia energía magnética que atrae energía de la misma naturaleza. Todo lo que emites hacia el universo se te refleja. Siempre atraemos hacia nuestras vidas aquello en lo que más pensamos, aquello en lo que más creemos, lo que esperamos en los niveles más profundos y/o lo que imaginas más vívidamente.

Shakti Gawain



Atraemos magnéticamente hacia nuestras vidas lo que albergamos en nuestros pensamientos.

Richard Bach