29 noviembre 2009

Lecciones de vida


La vida no es justa, pero aún así es buena.


La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.


Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.


No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.


Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.


Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.


Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.


No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.


Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.


Respira profundamente. Eso calma la mente.


Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.


Lo que no te mata, en realidad te hace más fuerte.


Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.


Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un "no" por respuesta.


Enciende las velas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.


Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.


El órgano sexual más importante es el cerebro.


Nadie es renponsable de tu felicidad, sólo tú.


Enmarca todo supuesto "desastre" con estas palabras: "En cinco años, ¿esto importará?"


Perdónales todo a todos.


Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.


El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.


Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.


No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.


No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.


Llegar a viejo es mejor que la alternativa.....morir joven.


Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.


Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.


Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.


La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.


Lo mejor está aún por llegar.


No importa cómo te sientas... arréglate y preséntate.


Cede.


La vida no está envuelta con un lazo pero sigue siendo un regalo.

Escrito por Regina Brett
"The Plain Dealer", Cleveland, Ohio

04 noviembre 2009

Y UN CARAJO!!!!


Una tarde un hombre volvió a casa del trabajo y encontró un desorden total en su casa.
Sus tres hijos estaban afuera, todavía en pijamas, jugando en el barro, con cajas y envolturas de comida tiradas por todo el jardín.
La puerta del auto de su esposa estaba abierta, también la puerta del frente de la casa.
Cuando pasó la entrada encontró todavía más desorden: una lámpara caída, el sillón cargado de ropa y mochilas, zapatos tirados, la TV estaba puesta a todo volúmen en un canal de dibujitos, el playroom lleno de juguetes desparramados y ropa tirada por el piso.
En la cocina, la pileta estaba llena de platos sucios, había comida del perro, había un par de vasos rotos bajo la mesa, jugo y algunos montones de arena cerca de la entrada de la puerta trasera.
Rápidamente se dirigió hacia las escaleras, pisando más juguetes y ropa que estaban tirados en el camino... buscando a su esposa.
Estaba preocupado que hubiera pasado algo serio... o que tal vez pudiera estar enferma...
La encontró... descansando en su cuarto, todavía acurrucada en la cama y en camisón, leyendo una novela.
Al verlo, le sonrió felizmente y le preguntó cómo le había ido en su día...
Él la miró y totalmente extrañado le preguntó:
-!!¿¿Qué pasó aquí hoy??!!
Ella sonrió de nuevo y respondió:
- ¿Viste que hay días en que llegás del trabajo y me preguntás "¿Qué Carajo hiciste en TODO el día?"
- Sí...- fue la respuesta incrédula del esposo.
- Bueno, -respondió ella- .... Hoy no hice un CARAJO...

Los cuatro acuerdos

LOS CUATRO ACUERDOS

1. No supongas
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta…
Suponer te hace inventar historias increíbles
que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.


2. Honra tus palabras
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo;
y si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.

3. Haz siempre lo mejor
Si siempre haces lo mejor que puedas,
nunca podrás recriminarte ni arrepentirte de nada.

4. No te tomes nada personal
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.
En la medida que alguien te quiere lastimar,
en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo.
Pero el problema es de él y no tuyo…
Cuando miremos con ojos de niños,
tal vez entenderemos cómo es este juego de vivir y evolucionar

Extracto del libro Los Cuatro Acuerdos