La belleza de las cosas es fugaz.
Intenta llegar hasta la belleza interior
de las personas con las que convives.
Muchas flores bellísimas y perfumadas
solo duran pocas horas.
Sin embargo, aunque feas, las piedras
duran milenios y cumplen sus tareas.
Por lo mismo, no seas superficial.
No prefieras lo pasajero a lo eterno,
la belleza a la sabiduría.
Afiánzate en lo que dura para siempre,
en el Espíritu inmortal,
nuestro verdadero YO,
y no en lo que termina pronto.
1 comentario:
como aun hay mucha gente que solo se preocupa por la belleza fisica, de que les sirve si la que llevan interiormente las esta pudriendo...
Veronica
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